LA LENGUA
Sabino Pérez Ramírez*
Al pronunciar
sus primeras palabras se sintió feliz. Se comunicaba con todos los seres vivos
que encontraba en su camino, presumiendo sus habilidades y el poder que iba
adquiriendo conforme pasaban los
años.
Un día se dio
cuenta que no tenía huesos, y le nació la curiosidad de saber por qué. Desde
ese momento emprendió una exhaustiva investigación para descubrir el motivo de
su flexibilidad. Preguntó a la flora y a la fauna, pero nadie supo darle una respuesta
satisfactoria. Fue más allá de la imaginable y sembró la duda entre su especie.
Hubo quienes pensaron que era mal presagio conocer la existencia de algo que
por naturaleza se había dado, y comenzaron a
discernir entre ellos hasta entablar una lucha de desigualdades; pero
ella, no conforme, organizaba eventos masivos para exponer su inquietud. En el
amor tuvo un éxito inquebrantable, descubriendo así el poder que tenía entre
más flexible fuera. Sin embargo, fue más allá en la búsqueda de conocer el por
qué la falta de huesos, y trastocó los límites de la curiosidad.
Fue así como
preguntó al viento, a los astros…y a los dioses, pero nadie le dio respuesta.
Cuando preguntó a la muerte…guardó silencio.
*Tuxtepecano, Oaxaqueño, Pescador, promotor cultural, escritor, Presidente de la Asociación Cultural El Famenco e integrante del Centro para el Desarrollo de las Inteligencias Múltiples, CDEIM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario